¿Sabías que la luz influye en el estado de ánimo y la productividad? Consigue un rendimiento superior de tu equipo con estos tips sobre la iluminación en oficinas.
La iluminación en un espacio laboral va mucho más allá de un aspecto estético o decorativo; cumple con un objetivo específico que es brindar confort a las personas que habitan ese espacio para que puedan desarrollar sus funciones de una forma adecuada, en especial en horas de poca luminosidad.
Hace algún tiempo, iluminar una oficina consistía simplemente en instalar algunos focos de luz sin mayor control, hoy en día es imprescindible considerar factores como la cantidad, la calidad, la intensidad y la distancia, para evitar consecuencias como fatiga visual, agotamiento o jaquecas. Hoy queremos que conozcas algunos tips a la hora de iluminar una oficina.
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Aprovecha la luz natural
No solo te ahorrará costos en facturas de servicios públicos, además, te ofrecerá un ambiente más natural y tus colaboradores se sentirán en un espacio más tranquilo, facilitando la lectura y concentración. Debes tener en cuenta que la entrada excesiva de luz natural, puede generar reflejos y deslumbramientos, lo ideal es que puedas combinar ambas fuentes de luz.
Distribuye los puntos de luz
La iluminación debe ser uniforme y dotar de luz a toda la habitación sin que haya zonas más oscuras que otras, ni espacios en penumbra. Puedes aportar a la distribución con luces indirectas que además de crear un ambiente más agradable, te permitirá optimizar el uso de cada espacio.
Elige muy bien el tipo de lámparas Para oficinas se suele recomendar usar fluorescentes, ya que emiten menos calor. Existen diferentes tipos de luces artificiales: blancas, amarillas, frías, cálidas. Para espacios de trabajo, deberías elegir bombillas blancas ya que incrementan la concentración y la productividad. En cambio, para ambientes cálidos, como zonas de descanso, instala iluminación amarilla.
Evita el exceso de luz
Hay unos niveles de iluminación recomendados para cada habitación, estancia o espacio que guarda relación con las actividades que desarrollamos. Estos parámetros se denominan “nivel luminoso”. Exceder estos niveles puede generar fatiga y problemas de visión.
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Hace algún tiempo, iluminar una oficina consistía simplemente en instalar algunos focos de luz sin mayor control, hoy en día es imprescindible considerar factores como la cantidad, la calidad, la intensidad y la distancia, para evitar consecuencias como fatiga visual, agotamiento o jaquecas. Hoy queremos que conozcas algunos tips a la hora de iluminar una oficina.
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Distribuye los puntos de luz
La iluminación debe ser uniforme y dotar de luz a toda la habitación sin que haya zonas más oscuras que otras, ni espacios en penumbra. Puedes aportar a la distribución con luces indirectas que además de crear un ambiente más agradable, te permitirá optimizar el uso de cada espacio.
Elige muy bien el tipo de lámparas Para oficinas se suele recomendar usar fluorescentes, ya que emiten menos calor. Existen diferentes tipos de luces artificiales: blancas, amarillas, frías, cálidas. Para espacios de trabajo, deberías elegir bombillas blancas ya que incrementan la concentración y la productividad. En cambio, para ambientes cálidos, como zonas de descanso, instala iluminación amarilla.
Evita el exceso de luz
Hay unos niveles de iluminación recomendados para cada habitación, estancia o espacio que guarda relación con las actividades que desarrollamos. Estos parámetros se denominan “nivel luminoso”. Exceder estos niveles puede generar fatiga y problemas de visión.
¿Sabías que la luz influye en el estado de ánimo y la productividad? Consigue un rendimiento superior de tu equipo con estos tips sobre la iluminación en oficinas.
La iluminación en un espacio laboral va mucho más allá de un aspecto estético o decorativo; cumple con un objetivo específico que es brindar confort a las personas que habitan ese espacio para que puedan desarrollar sus funciones de una forma adecuada, en especial en horas de poca luminosidad.
Hace algún tiempo, iluminar una oficina consistía simplemente en instalar algunos focos de luz sin mayor control, hoy en día es imprescindible considerar factores como la cantidad, la calidad, la intensidad y la distancia, para evitar consecuencias como fatiga visual, agotamiento o jaquecas. Hoy queremos que conozcas algunos tips a la hora de iluminar una oficina.
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Distribuye los puntos de luz
La iluminación debe ser uniforme y dotar de luz a toda la habitación sin que haya zonas más oscuras que otras, ni espacios en penumbra. Puedes aportar a la distribución con luces indirectas que además de crear un ambiente más agradable, te permitirá optimizar el uso de cada espacio.
Elige muy bien el tipo de lámparas Para oficinas se suele recomendar usar fluorescentes, ya que emiten menos calor. Existen diferentes tipos de luces artificiales: blancas, amarillas, frías, cálidas. Para espacios de trabajo, deberías elegir bombillas blancas ya que incrementan la concentración y la productividad. En cambio, para ambientes cálidos, como zonas de descanso, instala iluminación amarilla.
Evita el exceso de luz
Hay unos niveles de iluminación recomendados para cada habitación, estancia o espacio que guarda relación con las actividades que desarrollamos. Estos parámetros se denominan “nivel luminoso”. Exceder estos niveles puede generar fatiga y problemas de visión.
Ten en cuenta la opinión de tus colaboradores
Aunque, tal vez, la mayoría de los empleados no conozcan la normatividad exigida, es fundamental que cuentes con su opinión, puesto que son ellos los que disfrutarán de un espacio bien iluminado y podrán decirte si en efecto, el diseño y la instalación es efectiva o no. La luz es un elemento esencial para la visión y una necesidad para apreciar la forma y color de las cosas. Una buena iluminación incide de manera significativa en el desarrollo de las labores en las oficinas ya que determina el rendimiento, confort y comodidad al trabajar. Por estas y todas las razones antes expuestas, te recomendamos contar con el apoyo de una empresa que te brinde la asesoría y puesta en marcha de un plan de iluminación que se ajuste a las necesidades de tu compañía y te permita alcanzar metas empresariales.